martes, 7 de diciembre de 2010

Vuelta a la normalidad

Después del Clásico los madridistas están deprimidos, tienen razones para estarlo, pero no es propio de un equipo como el Real Madrid, el equipo del clavo ardiendo, de la Séptimay de las cinco copas de Europa consecutivas, bajar los brazos. El Madrid se ha caracterizado a lo largo de su historia por ser un grande, la historia y la leyenda no es algo que se destruya fácilmente, responde a un carácter, a un código que en el caso del antiguo club de don Santiago Bernabéu consiste fundamentalmente en aspirar siempre a la conquista de todos los títulos, lo que pasa por disputar cada minuto con la máxima intensidad y calidad posible.

El conjunto blanco juega esta tarde contra el Auxerre, ha conseguido la primera plaza en Champions, una competición ilusionante. Mourinho no ha perdido de repente toda su capacidad como técnico, la cual le llevó a alzarse con la Champions en dos ocasiones con dos equipos distintos, Oporto e Ínter, y a disputar una final con el Chelsea inglés. En el Ínter de Milán, en la fase de grupos del pasado torneo, su equipo cayó derrotado estrepitosamente en el Camp Nou, por tres a cero, en un baño que pudo acabar perfectamente en manita. El duelo se esperaba con interés y el Barcelona salió ampliamente reforzado de aquel partido, nadie se hubiera atrevido a decir en alto que el Ínter de Milán tenía opciones de ganarlo todo ese año. En Invierno, el club de Massimo Moratti, cumpliendo con unas de las exigencias del técnico luso, se hizo con los servicios de Pandev, un delantero centro, indispensable para el esquema de Mou. Todavía están en la retina tanto la final del Bernabéu como las semifinales frente al equipo de Pep Guardiola.

sábado, 17 de enero de 2009

El triunfo de la injusticia y la maldad

El ya ex presidente del Real Madrid se despidió de su cargo adivirtiendo que su dimisión era "el triunfo de la injusticia y la maldad". Como si de un mártir se tratara aseguró que se iba con las "manos limpias" y con la "conciencia tranquila", tras haber sido presa de toda clase de calumnias en el contexto de una conspiración en su contra hilada desde el comienzo de su mandato por una oposición implacable y oscura que nunca aceptó su derrota electoral.

Si bien es cierto que durante los últimos dos años y medio se ha ido sedimentando un estado de opinión contrario al presidente a través de determinados medios de comunicación, no lo es menos que, desde su misma llegada, su nombramiento ha estado rodeado de una atinada polémica. Conviene recordar que ha sido el presidente menos votado de la historia del Real Madrid debido a la impugnación del voto por correo y que no ha cumplido prácticamente ninguna de las promesas que le hicieron hacerse con aquella pírrica victoria. Pese a que muchas de las informaciones aparecidas como su posesión de pisos de protección oficial de manera irregular o el uso de la tarjeta de crédito del club, o bien eran falsas o bien no tenía nada que ver con su actividad dentro del club, la evidencia es que cuando uno asume una posición de tal magnitud debe procurar cubrirse las espaldas a través de un equipo fiel que impida que se filtren rumores al hipotético enemigo. Uno no debe solo ser bueno, sino además parecerlo, aconseja el sabio refranero español. 

Con todo, su dimisión se ha producido debido a un escándalo impermisible, la manipulación de la asamblea de socios compromisarios. Una asamblea que, recordemos, estuvo marcada, entre otras cosas, por la patulea de los ultras y que más bien parecía una macro reunión comunitaria de vecinos furiosos en la que nadie sabía si lo verdaderamente importante eran las tuberías o lo mal que te sienta que el del quinto tenga un jacuzzi. 

Es posible que Calderón haya sido víctima de una trama urdida en las sombras por gente muy poderosa que desea hacerse con las riendas del club y que no asumió su derrota electoral, que sus errores hayan sido analizados con una exahustividad superior a la que jamás padeció ningún otro mandatario blanco. Pero también lo es que para dirigir a la que es probablemente la mayor entidad social y deportiva de Europa hace falta algo más que buenas maneras y carisma. En el mundo de las altas esferas Calderón siempre ha sido visto como un advenedizo que pasó de un cómodo segundo plano de la actualidad al primero por una añagaza jurídica que impidió que el orden natural de las cosas se impusiera. El Madrid, en Junio, volverá a estar gobernado por gente a la que no se puede criticar y eso otorgará a la firma la estabilidad que necesita para volver a ser el club más importante el mundo. 

domingo, 4 de enero de 2009

Año nuevo, ¿liga nueva?

Muchos son los que aprovechan la llegada de un nuevo año para renovar propósitos y metas, los que ven en esta circunstancia la oportunidad de cambiar, de ser mejores. Al Real Madrid Santa Claus le ha dejado bajo el abeto navideño dos nuevas incorporaciones, dos nuevas promesas que prometen encauzar el errático ritmo de la temporada en liga y aportar credibilidad de cara a la Champions. Esta tarde, en el curiosamente atípico horario de las cinco de la tarde, se presenta la primera ocasión para demostrar que este 2009 será más feliz que el 2008 frente a un Villarreal que no tiene nada de que arrepentirse. Ayer, el Barcelona y el Atlético de Madrid se mostraron fieles a sí mismos. 

Los blaugranas golearon a un correoso Mallorca que plantó cara en el Nou Camp hasta que se le agotaron las fuerzas de perseguir a un balón que más bien parecía un espíritu burlón que incluso les regaló un tanto. Los baleares observaban una y otra vez como el esférico circulaba a través de las botas de los locales sin poder hacer presa de él, tratando estérilmente de alcanzarlo durante la mayor parte del partido. Pese a que lograron ponerse en ventaja con un gol de Adúriz tras un error del canterano Víctor Sánchez en ningún momento arrebataron a los culés el control del juego. Sorprende de este equipo la paciencia que demuestra, la confianza que exhibe en su juego, la tarea del mejor técnico novato de la historia de la liga ha consistido más bien en ser capaz de hacer creer a los suyos en que su fórmula es válida, que en cambiar nada sustantivo. El Barcelona lleva jugando a lo mismo toda la vida, la diferencia entre las épocas exitosas como esta y las mediocres estriban fundamentalmente en una cuestión de fe. Es difícil perder un partido cuando se cree vivamente en lo que se juega y se practica con grandes jugadores. No obstante, y como también sucediera durante el año que acaba de terminar, el árbitro se erigió en un factor determinante para materializar la superioridad sobre el campo en tres puntos. Iniesta, a pase de un Gudjohnsen en posición más que dudosa se encargaría, en su reaparición, de convertir la remontada. Antes, Henry a la salida de un córner peinado por Puyol había puesto las tablas en el marcador y Touré Yayá, en una espectacular jugada en la que sobrepasó a la desquiciada defensa mallorquín, consagraría el 3-1 definitivo. 

El Atlético de Madrid solo ha conseguido un punto frente a los seis primeros clasificados del campeonato. Tras una racha de 15 partidos sin perder acudía a Mestalla para enfrentarse a un Valencia que en los últimos tiempos había dejado serias dudas acerca de su juego, pero en el que regresaba al conjunto titular Silva. El resultado fue 3-1, el canario, por sí mismo, con dos magníficos goles, se encargó de anunciar a los rojiblancos la cuesta de Enero en la que tendrán que rendir cuentas ante Barcelona, Real Madrid y Villarreal sucesivamente. El pacato planteamiento de Aguirre provocó una alarmante desconexión entre una de las mejores delanteras de la liga y uno de los centros del campo más ineficaces para que los chés les arrebataran el segundo puesto y puedan recibir el año cargados de expectativas. 

Si el Real Madrid consigue la victoria frente al Villarreal esta tarde adelantará a los colchoneros situándose en zona Champions tras este último mes de infortunio o de pájara. El Villarreal es el último puerto que han de afrontar. Es muy posible que debute Huntelaar, un joven delantero que ha venido de tapadillo pero que asegura goles a mansalva. En su país natal le apodan en cazador, The Hunter, en un juego de palabras con su nombre. Los que no hayan podido disfrutar de él en la Eredivisse durante las últimas temporadas quizá se lleven una grata sorpresa cuando descubran en él las virtudes que atesora. Rapidez, remate con ambas piernas, precisión en el disparo, capacidad aérea y oportunismo. Se trata de un killer que no pestañea ante el portero rival y que es de suponer que estará deseando hacerse notar en nuestro campeonato a base de tantos. La recuperación de Sneijder y Pepe, dos de los puntales de la plantilla, y la probable aparición de Lass, deben hacer saludar con un cierto optimismo los nuevos tiempos a los aficionados blancos. 

martes, 16 de diciembre de 2008

Lassan Diarra

Probablemente nadie recuerde hoy aquellos tiempos en los que los mediocampistas defendían y atacaban, en los que el doble pivote era un concepto que únicamente aplicaban los técnicos más conservadores. En los que se hablaba del rombo como una alternativa viable para la medular, sistema en el que un único pivote trabajaba en la elaboración y en la recuperación acompañado de un media punta y dos extremos que ayudaban también en defensa. Jugadores como Redondo o Effemberg, o como los clásicos, Pirri y Beckenbauer.

Actualmente, desde la llegada de Makelele al Madrid, de la eclosión tanto en la selección como en el Arsenal de Vieira y de la aparición de Davids en el Ajax, se ha impuesto la tendencia de contratar a un centrocampista defensivo, preferentemente de origen africano y que destaca esencialmente por sus cualidades atléticas en todos los grandes equipos. Diaby en el Arsenal, Essien y Obi Miquel en el Chelsea, Sissoko en la Juventus, Touré Yaya y Keita en el FC Barcelona, Muntari en el Ínter, Assunçao en el Atlético, Emmanuelson en el Ajax y en la selección holandesa... La lista es prácticamente interminable.

Tras la baja del representante de esta categoría de futbolistas en el Real Madrid, Mahmadou Diarrá, la directiva aboga por fichar a un jugador de sus características y hasta con el mismo nombre y procedencia, se apellida también Diarrá, Lassana, y pertenece a una familia maliense. Su valor aproximado es de 20 millones de euros y puede jugar, al igual que Essien, tanto de mediocampista defensivo como de lateral derecho. Garantiza trabajo físico, contundencia y colocación. Quizá su mayor hándicap sea su escasa planta, apenas 1,75, lo que estaría lejos de resolver uno de los problemas que arrastra el conjunto blanco en el medio, poderío aéreo. Tampoco puede colaborar en la elaboración, pues tanto su visión de juego como sus habilidades técnicas distan mucho de ser excepcionales y ni siquiera su paso por el Arsenal fue capaz de mejorarle. Su carácter es díscolo y, debido a eso, no ha triunfado en Inglaterra -actualmente milita en el mediocre Portsmouth-, ni se ha consolidado como titular en la selección de Francia. Para más inri, y como no podía ser de otra manera tratándose del actual Real Madrid, lleva lesionado más de un mes.

¿Seguro que Dani Parejo -mucho más cercano a la otra categoría mencionada arriba- no podría suplir con garantías a Gago -el supuesto heredero de Redondo-?

martes, 9 de diciembre de 2008

La regla de oro

Existe una regla no escrita pero consabida universalmente dentro del fútbol: si el público comienza a solicitar la dimisión del presidente, éste ha de interpretarlo como el mandato expreso de destituir al entrenador. Enunciada de este modo puede resultar un tanto absurda, pero el hecho es que se cumple. Así, por ejemplo, Florentino Pérez se deshizo de hasta cinco entrenadores antes de abandonar el barco merengue durante sus dos últimos años de presidencia. Un caso extremo podría ser el de Jesús Gil que en diecisiete años en el control del Atlético utilizó a veinticinco técnicos diferentes.

Evidentemente para Calderón es diferente, es el primero al que despide y es muy probable que su estancia en el palco del Bernabéu sea tan efímera que no tenga tiempo para más, aunque, según demuestra el caso de Gil, esta conducta puede generar adicción. Además de ser el primero, Schuster se lo había buscado, sus declaraciones con respecto al partido que se dispute el próximo sábado en el Nou Camp son inadmisibles para cualquiera que ame al Real Madrid con un mínimo de honestidad. Durante los últimos meses su comportamiento altanero y displicente ha desquiciado a todos, no solo a los medios, a los que siempre tuvo en su contra, también a los aficionados y, finalmente, a la directiva. Por lo tanto, estamos ante una destitución plenamente justificada desde casi todos los puntos de vista, incluyendo el deportivo. La situación que atraviesa el equipo antes de enfrentarse al eterno rival presenta todos los síntomas de una grave crisis de la que no puede exculparse al germano.

La pregunta es, ¿tiene toda la culpa Schuster de esta situación? Conviene recordar que Calderón obtuvo su polémica elección tras prometer a Robben, Kaká y a Cesc. Únicamente consiguió traer al primero, con un año de retraso y al cual, para más inri, todavía no hemos tenido ocasión de disfrutar más de diez partidos seguidos, buenos o malos. Durante este verano presenciamos el culebrón Cristiano Ronaldo, tras múltiples dimes y diretes, el asunto se saldó con la marcha del que, probablemente, fue el jugador más desequilibrante del equipo durante las dos últimas campañas, en las que se lograron sendos títulos, Robinho. La plantilla confeccionada por la directiva, responsabilidad última de Calerón era, por lo tanto, inferior a la de los años anteriores, situación que el propio Schuster denunció durante la concentración en Irding. ¿Realmente el Madrid tiene un equipo capaz de enfrentarse a los mejores? ¿Realmente este Madrid se parece en algo al que prometió Calderón, al que le prometió al propio Schuster?

La llegada de Juande Ramos llenará las portadas e inyectará un halo de esperanza en la hinchada. Cuando se diluya el efecto de la novedad, si los resultados no acompañan, Calderón tendrá que buscar otro revulsivo. De momento, en un acto de inconmensurable cobardía hipócrita, se achaca toda la responsabilidad de la contratación del castellano a Mijatovic, como si no supiera todo el mundo quién es el que de verdad tiene la última palabra. ¿Será el montenegrino el próximo?