martes, 30 de septiembre de 2008

Pánico en el Petrovsky

El Madrid comenzó por el final, comenzó por la agonía, por la desesperada lucha por la victoria, por ese juego inquieto, vertical e inaprehensible para las defensas rivales, mezcla de casta, fuerza y un insobornable talento. Saltó al césped ruso como azotado por una corazonada, preso de una lúcida locura que lo llevaba a acosar la portería rival sin conceder ninguna tregua a su oponente, incluso con un descaro rayano en la desvergüenza teniendo en cuenta que en frente se encontraba una de las revelaciones del fútbol Europeo. Como si todo estuviera perdido de antemano, o, más bien, como si hubiera que recuperar heroicamente todo el crédito malgastado estos años en los que la Champions ha sido un erial de juego y resultados.

Los resultados de este apremiante dominio en el juego blanco no se hicieron esperar. Casi en la primera jugada del partido, Van Nistelrooy puso un centro templado a Higuaín. Éste remató de un modo excepcional, pero insuficiente, porque lo fue más aún más la estirada de Malafev que desvió el balón a córner, un excepcional portero rodeado de una pésima zaga. Sin solución de continuidad, de la Red conectó magistralmente con Van der Vaart con uno de esos pases que pasan desapercibidos porque se realizan a tal velocidad que nuestra mente es incapaz de imaginarlos, pese a que encubren una genialidad. El holandés recibió el balón, se encontraba apostado en la banda, tras sacar desde la esquina, todavía en la jugada iniciada por el testarazo de Higuaín. Centró al tumulto de piernas propias y ajenas que se concentraba en el área chica y Hubocan remató, antes de que lo hiciera Ruud, contra su propia portería.



El reloj solo había avanzado hasta el minuto tres, todavía no habíamos visto aparecer a ese diablillo llamado Arshavin y no tardaría en denotar su gran talento. El partido continuaba siendo del Madrid. Las internadas de Robben, las imprecisas y centelleantes jugadas de Van der Vaart, la potencia del Pipa y la amenazante presencia de Van Nistelrooy, ensortijadas por un inconmensurable, en estos minutos iniciales, de la Red no permitían que el Zénit se hiciera con el control del partido. Aunque resultara increíble a priori, todo presagiaba una goleada, pese a que los rusos dispusieron de alguna oportunidad, consecuencia de la inspiración dispersa de Danny y de las internadas de Sirl, la impresión que daba la contienda era la de que el Madrid la finiquitaría a la contra súbitamente. Sin embargo, todo era demasiado perfecto para ser real. Un error en el marcaje de Ramos tras un saque de banda propició que Arshavin se escapase y pusiera un balón calculado para que Danny, sobre la cabeza de Heinze, empujara el balón con un preciso e irrefutable toque en el aire, dentro de la portería. Sin demostrar nada fuera de lo común, el Zénit había empatado, como los grandes.



El choque empezó de nuevo, es decir, el Madrid volvió dominar el partido, le bastaron seis minutos de acoso para volverse a poner por delante en el marcador. Antes del gol, un chut potente y acre de Van der Vaart desde fuera del área fue rechazado por Malafeev. Higuaín se quedó mirando como la pelota se desvanecía a escasos centímetros, fue el único momento en el que se pudo echar de menos al capitán. Una nueva jugada de Van der Vaart, el mejor durante este periodo, provocó el segundo gol. Tras un centro por raso del mediapunta tulipán camino, probablemente, de ninguna parte, un zaguero ruso desvío la trayectoria lo justo como para que Van Nistelrooy, siempre avizorante, cazara la pelota dentro del área y resolviera con la ausencia de compasión que le caracteriza.



Antes de que expirase el primer tiempo el Madrid tuvo el descabello. Van der Vaart, con un sutil toque de tacón, que en él no es un lujo sino una especialidad, habilitó al Pipita para que marcase a placer. El joven delantero argentino, en ocasiones, parece no disfrutar del deleite si no es fatigoso y erró el disparo. De ese modo se llegó a la segunda parte, con la sensación de haber contemplado un espectacular film de acción en el que el Madrid fue el principal protagonista, bien escoltado -cierto-, por un poco menos que brillante elenco de secundarios.

El conjunto peterburgués salió del vestuario dispuesto a ofrecer una versión mejorada de sí mismo, mucho más parecida a la que mostró frente al Manchester. Sus acciones ofensivas continuaban siendo el producto aparente de las ocurrencias, esta vez más constantes, de Arshavin y Danny, acompañados esporádicamente por Dennisov y lanzados, todos ellos, por las incorporaciones relampagueantes de Sirl, que desquició a la línea defensiva blanca durante todo el partido.

El Zénit consiguió aprisionar al Madrid en un espacio microscópico de juego. Pepe, Cannavaro, Ramos y Heinze, regresaron a su posición natural, la de centrales, y se organizaron, reticular y ferozmente, para devolver todos y cada uno de los balones que Progrebniak no acertaba a rematar. El asedio sobre la meta de Casillas se debió parecer mucho al de los cosacos sobre las aldeas que tomaban. Con todo, el Madrid avisaba a la contra. Higuaín se marchó de su marcador con un amague en carrera digno del jugador de élite que promete, era el último hombre y se hallaba en la línea divisoria, condujo con potencia hasta el mano a mano con el portero y consiguió rematar, algo apurado ante su salida y la presión de los centrales que recuperaron rápidametne la posición. La pelota se marchó alta, le faltó un suspiro para entrar. El que debió exhalar Schuster cuando le entró el pánico al ver que no se producía el gol que hubiera dictaminado, justa y merecidamente, sentencia.

La encrucijada, seguir confiando en el sistema original y exponerse al hostigamiento en tromba del Zénit, manteniendo una rendija de lucidez en las contras, o ceder ante el temor que infunde el dios Pan y sustituir al mejor hombre hasta el momento en ataque, Van der Vaart, por un medio centro de contención, Javi García. Evidentemente; lo segundo. Si las ocasiones anteriores del Zénit habían sido clamorosas, puede considerarse prodigioso el hecho de que Arshavin lanzara al palo, que Danny fallase en boca de gol, que Pepe imantara su cuerpo para que todos los balones que colgaban Dennisov, Sirl o un menos destacado Ziryanov, se estrellasen contra su figura.

Como en el periodo anterior, el Madrid dispuso de buenas contras. El Zénit atacaba con todo y sus efectivos en la retaguardia, además de su consabida impericia, eran escasos, pero faltaba claridad. De la Red se desdibujó, desfondado físicamente durante todo el segundo tiempo y Robben, una vez declarada la anarquía, decidió hacer la guerra por su cuenta. El partido fue muriendo en medio del pánico en el área madridista, hasta el punto de que solo los errores, uno tras otro, de los atacantes del Zénit favorecieron que no se materializara en horror, ante la hipotética ocasión perdida de alzarse con una importante victoria.

Felizmente, pese a todo, el Madrid ganó, y ganó bien, pese a poder golear, poder ser goleado y provocar más de un ataque cardiaco entre los aficionados blancos. Es primero de su grupo con 6 puntos, le separan 2 de la Juve, que consiguió un pírrico empate en Borissov.

La fortaleza de San Pedro

Esta tarde, 18:30 hora española, confluyen en la ribera del Nerva las historias de dos potencias que reivindican su hegemonía. En el Palacio de Invierno, perteneciente al complejo del Hermitage, una de las pinacotecas más prestigiosas y abundantes del mundo, en connivencia con los fantasmas de los zares, el príncipe Advocaat y su tropa velan armas bajo la luz que suministra Grazprom. El Zenit quiere convertirse en el primer club ruso que se alza con el cetro europeo y para ello, los prebostes del régimen de Putin, henchidos por el gas, no escatiman en gastos. El pasado verano firmaron a Danny, un exquisito mediapunta luso, capaz de ridiculizar él solito a la defensa del Manchester United en la Supercopa europea, por la soprendente cifra de 30 millones de euros, sin transigir en la marcha de su gran estrella, Arshavin, aquel extremo de rostro aniñado que se descubrió ante el mundo sorteando defensas holandeses como si fueran conos de tráfico. Junto a Zyrianov, un excelente mediocampista con llegada y una privilegiada visión de juego, y Progrebniak, un ariete de esos que ya no quedan, aspiran a cortar por lo sano la racha madridista en liga y a devolver al fútbol eslavo su estatus de referente internacional.

Del otro lado, han desembarcado ya en el Petrovsky los navíos blancos. Bajo el almirantazgo de un Schuster que no renuncia a su buque insignia, un cuestionado Raúl, portan en su estandarte las fechas de sus 9 copas de Europa. Este año parecen decididos a conquistar la décima, ratificando así su calidad de Emperadores del viejo continente. La batalla contra los peterburgueses se antoja como una inmejorable vara de medir su estado de forma. Formarán los mismos once hombres que consiguieron la agónica victoria frente al Betis. Si de la Red continúa exhibiendo su talento, Van der Vaart su contundencia y Van Nistelrooy su acierto, tienen serias posiblidades de saquear la "fortaleza de San Pedro", significado etimológico de la ciudad de San Petesburgo.

lunes, 29 de septiembre de 2008

El Madrid no es el Getafe

Os quiero presentar a un nuevo colaborador, su nombre es Jorge Martín, no es hermano de Ángel Martín, pero sus comentarios son tan afilados como los del ilustre presentador de Sé lo que hicisteis.


El Madrid no es el Getafe


Han pasado un año y tres meses desde que Schuster dijera aquello de “si he conseguido hacer jugar bien al Getafe, podré hacerlo con el Madrid”, y aun estamos esperando. El Madrid no juega bien al fútbol desde la época de los galácticos. Desde entonces ha hecho buenos partidos pero no se ha acercado, por poner un ejemplo, al juego del Barcelona. Incluso cuando el barça juega mal lo hace aun mejor que el Madrid. No se por qué razón, no se cual es la tecla que falta pero el Madrid de Schuster sólo se diferencia del Madrid de Capello en el sistema a la hora de colocar a los jugadores: del 4-2-3-1 del italiano al 4 -3 -3 del alemán. Es más este Madrid aun tiene mucho, por no decir todo, del equipo de Capello.

Los blancos funcionan como un reloj, pero sin cronómetro, sin cuenta atrás, sin calendario…su función es dar la hora y la acaba dando, exacta, pero solo en su país, no sirve fuera de España, sólo tiene una franja horaria. No puede destacar una pieza sobre otra. Si se juega mal juegan mal todos, pero es igual, si hay que ganar todos van a ganar. Capello dijo que había que recuperar el espíritu de la camiseta y caló tanto que no saben aumentar sus valores. Es tan fuerte ese espíritu que nubla al propio equipo y al contrario. Sólo hay que ver como ha ganado esta última liga, muy parecida (con menos apuros) a la primera con Capello. Siguen sin jugar bien pero no paran de ganar. Da igual como se ponga el contrario, da igual que marquen uno, dos y hasta tres goles, el Madrid acaba remontando simplemente por fe, nunca hay fútbol (a veces lo pone Guti, como contra el Sevilla el partido en el Bernabéu cuando aun estaba Capello). El equipo se vuelve anárquico, le gusta el caos, porque cuanto más imposible más espíritu blanco, más madriditis. Schuster aun no se ha hecho notar, aún no se ha desecho de Capello, hasta él dice ya que lo primero es ganar y después el buen juego, cuando el primer día su discurso era el contrario. Vino para hacer jugar bien al Madrid y, hoy por hoy, el Madrid no es el Getafe.

El equipo está viciado, se ha acostumbrado a creer en si mismo, sabe que lo más importante en el fútbol es competir, no le hace falta jugar bien. Pero Schuster por eso no está contento porque sabe que hasta él se capelliza. Ganar gusta mucho y cuando te acostumbras a ganar de una manera aunque no quieras esa manera, acabas agarrandote a ella. ¿Por qué Casillas sigue sacando el largo con el pie? Schuster odia eso, pero eso elimina gran parte del campo, el Madrid muchas veces se la ahorra para no perder tiempo y ganar partidos, porque este Madrid no está echo para el público, es una máquina de ganar al contrario, se ponga quien se ponga, y como se ponga, pero fútbol poquito...


Jorge Martín

sábado, 27 de septiembre de 2008

El juego de las diferencias y el derby.

Para alguien que ayer no pudiera disfrutar de los partidos de Madrid y Barcelona que eche una ojeada rápida al periódico de la que solo se quedara con el resultado final, los minutos de los goles y sus autores, podría pensar que ambos partidos discurrieron de un modo similar. Pensaría que tanto Madrid como Barcelona racanearon esfuerzos ante la inminente jornada de Champions en una contienda liguera en medio de un calendario sobrecargado y que resolvieron en el tiempo añadido en un último apretón. Esta visión es en parte acertada, lo es del mismo modo en que tendemos a ver idénticas a primera vista las dos imágenes que aparecen en el juego de analizar diferencias que suelen proponer algunas publicaciones como pasatiempos. Ese juego en el que tenemos, pongamos por caso, dos rostros de un tigre y en el que nuestro objetivo consiste en averiguar que el de la derecha tiene una raya más, un ojo menos o una oreja demasiado larga en comparación.




Tanto el Madrid como el Barcelona son dos tigres de la competición liguera, quizá sean los mayores depredadores que campan por España, los rivales en ocasiones se asemejan a las gacelas que aparecen en los documentales de la 2 y que anteceden o se confunden con la siesta. Con todo, no es lo mismo ganar dando un último mordisco letal en carrera a la presa cuando ésta huye despavorida y plena de fuerzas, que devorar a un ejemplar cuando está en el suelo porque se ha tropezado debido a que un tecero le ha zancadilleado.

Barcelona - Espany
ol


El Barcelona jugó bien, por seguir con el símil, merodeó durante todo el derby alrededor de la manada con energía y paciencia, controlando en todo momento el ritmo del encuentro, con un Xavi que desde que recuperó los galones en la Eurocopa se puede considerar el centrocampista más en forma del viejo continente, lo que equivale a decir del mundo. Las estadísticas no mienten, tiró cuatro veces más a puerta que su rival y que fuera perdiendo al descanso resulta absolutamente incomprensible, tan incomprensible como en Soria o frente al Rácing, es decir, incomprensible y al mismo tiempo lógico, paradojas del fútbol. El Espanyol consiguió su tanto en una jugada desafortunada de Víctor Valdés, bien es cierto que Luis García, pícaro, le tocó sutilmente. Hay quienes dicen que porque Puyol hizo lo propio con él, no creo que merezca la pena entrar en ese debate, el hecho es que Víctor despeja mal y eso es aprovechado por Coro para marcar a placer. No es que Víctor sea un mal portero, pero es seguro que no está entre los diez mejores del mundo, a estas alturas de su carrera creo que se puede afirmar sin dificultad que le ha restado más puntos al conjunto culé de los que le ha dado. Es un chico simpático, correcto, amable, canterano, catalán, un contrapunto a Iker Casillas en el Real Madrid, con la nimia diferencia, otra, de que el mostoleño nos tiene acostumbrados a parar lo posible y lo imposible mientras que Víctor, en ocasiones como la de ayer, hace lo imposible para hacer posible un gol. Hubiera sido mucho más sencillo mandar la pelota a córner y luego protestar si es que hubo falta, que está por ver.

La primera parte terminó con la expulsión rigurosa, por no decir escandalosamente injusta, de Nené. El ex celtiña pagó el pato por la jugada del gol de los suyos. Medina, aplicando esa extraña ley compensatoria según la cual para nivelar un posible error hay que cometer en su lugar otro más grande en sentido inverso y que en aplicación del más elemental sentido común no sería arreglar nada sino empeorar mucho más las cosas, se cargó un duelo que hasta el momento era muy intenso, apasionante. Todo un derby, con los espanyolistas defendiendo con uñas y dientes, colgados del larguero -tuvieron que sacar dos balones a lo largo de los noventa minutos sobre de la línea de gol-, voraces en las contras y con un Kameni espectacular, defendiendo su honor y su dominio dentro del universo futbolístico catalán.

En la segunda parte el Espanyol defendía mermado en sus efectivos, de ahí que los problemas en la zaga se fueran haciendo cada vez mayores por el empuje blaugrana, pese a que Guardiola se equivocó en los cambios dando entrada a Eto´o por Abidal y a Bojan por Busquets. Sobre todo a raíz de la salida del excelente pivote, hijo de aquel singular portero que siempre calzaba mayas y que era casi tan bueno con las piernas como con las manos, perdió claridad en el centro del campo sin ganar pegada. Hasta cuatro delanteros acosaban la meta de los periquitos sin criterio alguno, pero con mucha voluntad y una incuestionable calidad. El gol tenía que llegar, lo hizo en un contragolpe y de rebote, cosas del fútbol. Henry lanzó al muñeco, como suele últimamente, con la fortuna de que el despeje de Kameni se estrelló en Jarque que había perdido la posición y que perseguía al francés como un pollo sin cabeza, haciendo que la pelota volviera templadita al ex gunner que solo tuvo que empujarla. No se entiende que Guardiola alineara a Henry y que lo mantuviera los noventa minutos, este jugador se parece muy pocas veces a sí mismo, en un momento de la retransmisión Valdano apostilló una jugada suya con este comentario: "A veces Henry parece Henry". Creo que es la mejor definición de su estado de forma, no hay adjetivos más precisos, ni para lo bueno ni para lo malo, que su propio nombre para describirlo.

Antes del gol, los Boixos Nois se diviriteron lanzando bengalas contra la afición blanquiazul. Una curiosa manera de pasar el rato mientras se disputa un partido de fútbol que pudo ocasionar alguna funesta consecuencia. Un estadio de fútbol es un lugar en el que está permitido abstraerte de tu vida cotidiana, de tu faceta habitual y reconocible. Estoy seguro de que entre los que ayer lanzaban bengalas se encuentran buenas personas que no suelen hacer eso desde la ventana de su apartamento mientras la vecina tiende la ropa. Del mismo modo, no solemos hacer patentes nuestras reservas con respecto a una opinión con la contundencia con la que se insulta al árbitro desde la grada. El fútbol es así, le pese a quien le pese y no considero apropiado hacer demagogia sobre lo malos que son los Boixos porque ya lo sabemos todos, coincido en esto con Laporta, la culpa no es suya sino de los servicios de seguridad del Espanyol. En el feudo espanyolista, por alguna extraña razón que no alcanzo a entender, las atracciones pirotécnicas casi forman parte del espectáculo desde hace años y eso es lo lamentable. Deberían haber aprendido la lección después de lo ocurrido en 1992, cuando, precisamente por ese motivo, un niño falleció en Sarriá. La juez que instruyó el caso condenó a indemnizar a la famlia de la víctma con 42 millones de pesetas al Espanyol, porque son ellos quienen tienen que mantener el orden en el estadio. No se les puede pedir a unos descerebrados como los Boixos que guarden la compostura.


Cuando el choque expiraba llegó la actuación estelar de Medina. El árbitro se guardó para sí mismo los momentos álgidos del choque, el término de la primera parte y el término del partido. Cometió dos erorres: "ahorcar al hombre equivocado y dejarlo con vida", no, pero casi. Añadir tres minutos, sobre el añadido debido al incidente de los Boixos, para descontar cinco posteriormente y señalar un penalty que no solo no existió, en la medida en que se dio fuera del tiempo reglamentario, sino que además ni siquiera se produjo, pues Dani Parejo toca el balón. Ciertamente, si uno fuera contumaz en sus observaciones, podría llegar a la conclusión de que Medina añadió todo el tiempo que era necesario para que el Barcelona marcara. No seré contumaz, diré solo que se trata de un árbitro nefasto y, diré más; generalmente, los árbitros, cuanto peores son, más benefician a los mismos, pero es producto del azar, no sean mal pensados. Messi realizó el penalty y dio los tres puntos a los culés que pese a ser superiores en el juego no merecieron la victoria. Lo justo hubiese sido el empate para privilegiar la aguerrida y heroica defensa del Espanyol durante todo el encuentro. Supongo que al seguidor periquito se le quedará cara de tonto toda la semana y tendrá que soportar las crueles burlas de los aficionados blaugranas en el trabajo, en el bar, en el súper. No obstante, deberían caminar con la cabeza bien alta visto lo visto en el partido, además, tienen motivos más que sobrados para regodearse en su modestia, ligada casi siempre a las injusticias que benefician históricamente al otro equipo de la ciudad en derbys como este.

viernes, 26 de septiembre de 2008

¿Es Álvaro Negredo un jugador de futuro para el Real Madrid?

Pese a que ayer no disputó un buen partido me encanta este jugador y creo que podría ser un buen acompañante para Higuaín en el futuro cuando Raúl y Ruud cuelguen las botas o tengan que bajar el ritmo de partidos de manera significativa. Quizá no tenga la potencia de Benzemá ni el sentido de la oportunidad de Huntelaar, pero considero que es un punta muy completo.

Técnico, quizá sea éste su gol más conocido, el que le endosó al Valladolid tras una dejada de otro canterano, Corona. Una volea inapelable desde fuera del área que pilla desprevenido al meta pucelano.



Bien colocado , como se observa en esta jugada ocupa bien los espacios en el área anticipándose a los defensas y esperando su oportunidad. Resuelve con gran clase.



Arrancada, , es capaz de sacar ventaja por su físico y su fuerza en pocos metros sobre el defensa y no se le nubla la vista cuando enfrenta al portero.



Potencia aérea, quizá su cualidad más destacada. Uno de los mejores cabeceadores de la liga.



Además de por su capacidad goleadora también destaca por su continuo movimiento entre líneas que desespera a los centrales rivales a los que con frecuencia saca de su posición. Controla bien el balón de espaldas y puede incorporarse por los costados. Esta temporada lleva 3 goles en las 4 jornadas disputadas. El Madrid lo puede recuperar por cuatro millones de euros durante las dos próximas campañas. Actualmente tiene 23 años.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Siete


Instantes antes del partido Preciado arenga a sus hombres, les habla de lucha, de orgullo, de lo que significa venir a jugar en el Bernabéu. Barral, un viejo canterano madridista, escucha la charla con atención, se enfrenta al equipo de su vida y de sus sueños por primera como profesional, quiere dejar el pabellón bien alto. Sergio Sánchez, el cancerbero gijonés, ha estado pensando desde el domingo en borrar de su memoria los seis goles que encajó frente al Barcelona, qué mejor escenario que el de Chamartín. Maldonado, un extremo capaz de lo mejor y de lo peor, que siempre nos deja alguna perla memorable de su talento escondido a lo largo de la temporada, calienta intensamente en la antesala. Once hombres se enfrentan ante el todopoderoso Real Madrid, en su feudo, donde el equipo del que portan su escudo jamás ha vencido en su dilatada historia. Representan a una escuadra modesta, pero traen consigo a varios centenares de aficionados ilusionados con su reingreso en la máxima categoría que cantar sin cesar antes de que comience el choque, vienen a ver a su equipo dejarse las entrañas en el campo. Saben que la victoria es casi una utopía y así lo manifiestan, pero no pueden ocultar un arcano anhelo, ganar en el campo del Real Madrid. Donde jugó Di Stéfano, Puskas, Santillana, Butragueño, Zidane, donde juegan Raúl, Van Nistelrooy, Sergio Ramos, Rafael van der Vaart.
Comienza el partido, durante los primeros quince minutos el público asturiano se ilusiona. Barral y Kike Mateo están presionando a los centrales, Diarrá, como acostumbra, se atora cada vez que recibe un balón. Van der Vaart está demasiado adelantado y no se entiende con de la Red. Camacho y Míchel cortan todos los balones que pasan por la medular, parece que Maldonado puede hacer de las suyas en cualquier momento. Este Sporting huele a peligro, Raúl Cámara sube por la banda, cuatro hombres en la frontal del área madridista, los primeros pitos del respetable ante el mal juego de su equipo que solo es capaz de sacar la pelota con balones largos y que está siendo acosado por el empuje de once gladiadores que han venido a morir al cielo. Así es, a morir. Una jugada aislada, Diarrá consigue al fin combinar con de la Red, sin tiempo para pensar y ante la falta de espacios eleva un balón Raúl que peina sutilmente la bola, Van der Vaart, no tan rápido como el viento pero sí más que Iván Hernández y Colín gana la posición y engancha una volea impepinable. El primero.
Sergio Sánchez recoge la pelota del fondo de la red y abronca a su defensa. Resignado, Barral saca desde el medio. La hecatombe, nuevamente hasta cinco atacantes sobre el área del Madrid, Pepe tiene que emplearse con contundencia para rescatar un balón de una barahúnda de piernas sportinguistas que incluso se llegan a estorbar entre sí, con la voluntad solo no basta cuando tienes enfrente a la genialidad. Van der Vaart tenía una noche inspirada, de la Red conduce por la banda derecha, desprotegida ante una subida de Cámara, y pone el balón en el área. El holandés, de espaldas al marco, con un preciso e inverosímil toque de tacón, aloja el segundo. Las cosas pintan mal, minuto 33', 2-0, a Sergio Sánchez se le revuelve el estómago solo de pensar en otra goleada mientras Higuaín afila su puñal, quiere su gol, tiene que reivindicarse. Tres minutos después, tras una jugada de Robben, sentenciaría antes del término de la primera parte con un buen remate cruzado que se cuela junto al palo.
Los jugadores del Sporting se marchan cabizbajos, tres errores puntuales y flagrantes en defensa, o tres actuaciones inconmensurables antes de comenzar el partido les mandan a la caseta con la la perspectiva de cuarenta y cinco negros minutos por jugar. En el vestuario reina el desánimo, Preciado trata de insuflar moral a los suyos, pero en la mente de todos sobrevuelan los fantasmas del domingo en el Molinón. El míster castiga a Cámara, saca en su lugar a Neru y da entrada a Castro que suple a un desaparecido Maldonado, Pedro les acompañaría poco después, cuando la tragedia era irremisible, sustituido por Morán.
La segunda parte no puede empezar peor, Raúl asiste a Van der Vaart que desde la frontal del área, ajustando mansamente la bola al poste por raso, logra el cuarto. Hat-trick, la noche es suya, máxime cuando cuatro minutos después lanza un pase al espacio que es cazado por Robben para convertirlo en gol tras sortear al portero que había salido desesperado y a la desesperada. Pero no, la noche dice siete. En el 58', después de que Mateo lograse el gol de la honra, un potente chut del extremo holandés es repelido por Sergio y, tras rebotar en el travesaño, es empujado por Raúl al fondo de la red. Posteriormente, con una bella vaselina redondea la cuenta, el séptimo, del siete. Dos goles que recuerdan a los mejores tiempos de Raúl. El primero, inteligencia y picardía; el segundo, de cuchara.
Ahí se terminó el partido, Schuster dio entrada a Javi García por Diarrá y, en la recta final del encuentro, a Drenthe por Robben y a Saviola por Higuaín. Los cambios y puede que la compasión ante los jugadores del Sporting, en cuyo rostro podía leerse solo la desolación y el orgullo herido, provocaron que el choque bajara de ritmo y fuera apagándose paulatinamente tras la euforia goleadora hasta el pitido final, como un grito de alegría o de pesar.

Se abre la brecha

La distancia entre los equipos comienza a hacerse palpable, apenas llegados a la cuarta jornada liguera, de la que aún restan por disputarse algunos partidos, entre ellos los de Valencia y el sorpresivo -no tanto- Almería, los grandes favoritos, incluyendo a eternos aspirantes como el Atlético, copan los primeros puestos de la clasificación. En apenas tres puntos encontramos la horquilla de los seis que serán, casi con total seguridad, los protagonistas de este campeonato en la parte de arriba.
El quinto lugar de la clasificación lo ocupa el Barcelona que ayer, frente a un voluntarioso Betis, terminó consiguiendo los tres puntos con un esfuerzo excesivo, considerando que malgastó una renta de dos goles al término de los primeros cuarenta y cinco minutos teniendo que esperar hasta las postrimerías del encuento para que Gudjohnsen, en un gol cuya ausencia de plasticidad resume lo caótico del partido, decantara el choque a favor de los blaugrana. Frente al Rácing, el exceso de relajamiento al conseguir el primer tanto les costó dos puntos valiosos en su feudo. El Sporting de Lisboa atemorizó a la afición del Nou Camp cuando acortó distancias con 2-0 en el marcador. Ayer, el Betis, fue capaz de empatar pese a la exhibición de los de Pep en el primer tiempo en la que evidenciaron nuevas virtudes que pueden hacer renacer el proyecto culé. Entre estas virtudes, cuyo bosquejo pudimos ver con cuentagotas en lo que va de temporada, me quedaría con dos; la presión constante en todas las líneas de juego, lo que garantiza una posesión abusiva del esférico, y las incoporaciones de los laterales, especialmente de Alves que por su carácter endiablado e imprevisible son capaces de desconcertar a cualquier defensa, sobre todo si son escoltadas por Messi. Se trata de dos características que hay que poner en el haber de Guardiola y que eran ajenas a los últimos años de Rijkaard. Por esto es más difícil aún de comprender a qué se deben esos bajones en las segundas partes, por qué una especie de somnolencia embriaga a los jugadores del club catalán obligándoles a renunciar a su brillante esquema original de juego y a lo que mejor saben y han sabido hacer siempre, manejar el partido. ¿Mala preparación física? ¿Ausencia de carácter? ¿Problemas en el acoplamiento del nuevo sistema? El tiempo despejará estas incógnitas.

El primer puesto de la tabla, sin que a nadie le pille desprevenido, lo ocupa el Villarreal. Los de Pellegrini volvieron a ganar, suman nueve puntos en las últimas tres jornadas. Controlan el juego a su antojo, son letales cuando deben serlo, parsimoniosos cuando las circunstancias lo demandan, atrevidos si hay que apretarse los machos. En cuatro minutos, mediada la primera parte, con dos internadas de Ángel, una resuelta por Capdevilla de cabeza y otra por un enrachado Llorente, les bastó para condenar a un Rácing que tras un buen comienzo liguero ha perdido en las dos últimas jornadas, si bien es cierto que en frente ha tenido a Madrid y Villarreal. No obstante, el equipo cántabro ha demostrado cierta dignidad y saber hacer en su juego por lo que no parece complicado que sean capaces de conservar la categoría, aunque se aparece remoto el momento en el que luchaban por un puesto en la UEFA, pese a que solo han pasado tres meses.

Sevilla y Atlético, que se retan la semana próxima en un duelo, esperemos, espectacular, solventaron ambos sus encuentros. El Sevilla, cómodamente (2-0), frente a un Espanyol que se vio claramente superado por los nervionenses. El Atlético con oficio y aura de grande, robándole la cartera en los últimos minutos a un impulsivo y codicioso Getafe (1-2).

¿Necesita el Madrid otro delantero?


Esta mañana aparece publicada en el diario AS la noticia de que Huntelaar ha sido ofrecido al Real Mardrid. Poniendo entre paréntesis la veracidad de esta información, surge la pregunta. ¿Necesita realmente el conjunto blanco otro delantero?
El ariete suele ocupar el papel principal dentro de los equipos, es sobre quien más se posan los focos y los flashes, quien carga sobre sí el peso del partido, quien decide, mediantes sus aciertos o errores, el resultado de un encuentro en la medida en que está lllamado a realizar los tantos.

Klaas Jan Huntelaar es un indiscutible killer del área, perteneciente a la cantera del PSV no pudo disfrutar de la titularidad en el equipo rojiblanco por lo que fue cedido al modesto Apeldoorn de la segunda división holandesa donde realizó una gran campaña 2003/2004, alcanzando la increíble cifra de 35 goles en 26 partidos. Al término de esa temporada fue traspasado al Herenvereen, club en el que destacó sobremanera marcando 17 goles en 15 partidos durante la primera vuelta de la liga 2005/06, lo que le llevó, en Diciembre, a fichar por el Ajax, donde se consagraría definitivamente como El Cazador (The Hunter). En sus últimas dos temporadas ha logrado 32 y 34 goles respectivamente en la eredivisie, estamos hablando, por tanto, de un delantero de garantías cuyo coeficiente goleador roza el 1, es decir, un gol por partido. En este vídeo se repasa su trayectoria (en inglés):



La cuestión no es discutir si Huntelaar es un gran delantero, que lo es, como demuestran sus números, la cuestión es si el Real Madrid necesita verdaderamente otro goleador. Actualmente la plantilla merengue cuenta en sus filas con Higuaín, Saviola, Van Nistelrooy y Raúl, cuatro jugadores para dos puestos. Además, tanto Van Nistelrooy como Raúl son indiscutibles hasta el punto de que Higuaín, pese a demostrar con creces que se encuentra en un estado de forma superior al del sempiterno capitán no disfruta de la titularidad en estos momentos y Saviola, un fichaje estelar de la temporada pasada que cobra una ficha de cinco millones de euros netos al año, apenas tiene oportunidades de demostrar un talento que se le presupone.

Un delantero necesita sentirse importante porque, como decíamos al principio, su trabajo es llevar el peso del equipo, recibir la atención de los medios, decidir los partidos. Huntelaar tiene ya 25 años, es extraño que no haya dado el salto a un grande europeo hasta ahora y no creo que se conformase con ser el cuarto o el quinto delantero de la plantilla. Su contratación costaría entre 20 y 30 millones de euros, un precio exorbitado por un jugador que seguramente no tendrá la oportunidad de demostrar su valía en este conjunto y cuya suplencia podría generar una gran polémica.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Los grandes ponen las cartas sobre la mesa

Tras un comienzo disparatado en el que tanto Madrid como Barcelona -y Atlético- habían sembrado dudas sobre su capacidad, parece que ambos conjuntos comienzan a engrasar su maquinaria, precisamente en el primer punto caliente de la temporada, un momento en el que el calendario se intensifica de sopetón. La jornada de este fin de semana vino precedida del primer partido de Champions y es solo la primera escala antes de afrontar tres partidos más en los próximos diez días, dos de liga y otro de champions, que servirán para calibrar la distancia real entre los aspirantes. Bien es cierto que la temporada no ha hecho más que comenzar, pero, en cojunto, estos quince días son claves para tomar impulso y pueden servir para abrir distancias y comenzar a cerrar ilusiones. El calendario tiene estas cosas, tras un comienzo tibio, cortado abruptamente por los compromisos de las selecciones, en menos de un mes consumimos una sobredosis de partidos y de emociones sin tregua en el que el nivel de exigencia es máximo y del que dependerá en buena medida el crédito inmediato.
El Barcelona goleó por un gol a seis al recién ascendido Sporting en el Molinón, dando muestras de la calidad que atesora este equipo, en el que Xavi volvió a erigirse en el dueño y señor del medio campo y en el que Iniesta volvió loca a toda la defensa sporinguista. El Atlético, montado sobre las alas del Kun que marcó un excepcional gol de cabeza, hizo lo propio frente a un desdibujado Recreativo que sufrió el castigo de Sinama, el cual supliendo notablemente a Forlán no tuvo ninguna clase de piedad frente a su ex equipo marcando dos goles. Un recuperado para la causa Maniche redondeó la cuenta. (Sobre el Real Madrid trataré más abajo)
No obstante, por lo visto hasta ahora la liga está muy abierta, no solo los tres equipos referidos se postulan como candidatos a todo, también Villarreal y Valencia se muestran sólidos. Los de Pellegrini nos deleitaron con un juego asomobroso en Manchester y ayer dieron un auténtico recital de tiki-taka en los Pajaritos que les sirvió para llevarse la victoria, 1-2, pese al susto inicial de los numantinos que soñaban con agrandar su leyenda de matagrandes en este comienzo liguero. Por su parte, el otro equipo levantino, el Valencia, respondió a las expectativas en un incómodo partido frente al Osasuna que solventó en las postrimerías del encuentro con un solitario gol de Mata y que se edificó sobre la base de la calidad de sus hombres de arriba y de la red defensiva tejida por Emery que recuerda, al menos en cuanto al rigor, a tiempos pretéritos y brillantes. Ojito con este Valencia que, liberado de la Champions y del sátrapa Soler, va a luchar por todo hasta el final.

Rácing de Santander - Real Madrid

Si hubiera que resumir el partido en pocas palabras podríamos decir que el Madrid se encuentra a sí mismo. Encuentra a ese equipo gris en el juego, infranqueable en defensa y asesino en el área rival. Un equipo frío, aplicado y en el que el talento solo se muestra en los momentos claves del partido, más que suficiente para ganar choques como éste, pero puede que escaso para completar una buena actuación en Europa.
Sin Van der Vaart y con de la Red de inicio, el Madrid salió al nuevo Sardinero a sestear, dominando territorialmente, pero sin profundidad. Los primeros cuarenta y cinco minutos sirvieron solo para que Higuaín dejara algunos destellos de su enorme clase y picardía. Dos características que algún día hicieron grande a Raúl y que parece haber heredado el argentino, el relevo generacional es cuestión de tiempo. Fruto de la clase llegó un regate imposible a Cristhian que terminó con un pase de la muerte que atajó Toño ante la mirada impotente del capitán, fruto de la picardía un penalty simulado que el árbitro, acertadamente, sancionó con una amarilla. Nada más en la primera parte, si no contamos con la mala noticia de la lesión de Guti que le mantendrá apartado de la competición durante las próximas semanas y que servirá inevitablemente para que Van der Vaart coja confianza y demuestre si está justificado su fichaje.
Durante el segundo tiempo el Madrid sentenció, primero en una gran jugada de Higuaín que, sortenado contrarios, llevó el balón desde su campo hasta la frontal del área rival en una jugada que combinó potencia, habilidad, velocidad e inteligencia, quizá las cuatro caracterísitcas fundamentales de un gran ariete y que remató de la Red demostrando que tiene lugar en este equipo, esperemos que sea cierto, porque está condenado a jugar ante las lesiones de Sneijder, Gago y Guti. El segundo gol fue una jugada personal de Van Nistelrooy, el cual, a diferencia de Higuaín y de la Red no tiene que demostrar nada a nadie, en un partido en el que su participación en el juego fue irrelevante se sacó de la nada un zurdazo ajustado al palo ante la presencia incrédula de su marcador, que no sospechaba el desenlace. Contar con Van Nistelrooy en cualquier plantilla es como firmar un pacto con la portería contraria que te garantiza de veinte a treinta goles por temporada independientemnte de que juegues bien, mal o regular. Este gol consolidó la victoria blanca y el Rácing, pese a que inquietó la portería de Casillas, pudo terminar el partido goleado, si Van Nistelrooy hubiera cazado un centro de Saviola que sustituyó a Higuaín dejeando buenas sensaciones o si el árbitro hubiera sancionado un penalty clarísimo a Robben tras un pase al espacio de Van der Vaart, en lo que es un auténtico experto.

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miércoles, 17 de septiembre de 2008

Una de cal y otra de Kun

Los grandes jugadores crean adicción, son como la nicotina, sus efectos son beneficiosos a corto plazo, calma la ansiedad y proporciona una grata sensación de bienestar y seguridad momentánea. La parte negativa es que no puedes pasar sin fumar, rápidamente te abonas a esa sensación y la necesitas como el comer, pasa a ser una parte más de tu vida, una perentoria exigencia. De todos es conocido, además, que el tabaco produce que a la larga el organismo se debilite, los pulmones se ennegrezcan y colapsen, pudiendo incluso llegar a provocar cáncer, el cual, mediante metástasis, va colonizando todas las células hasta que el cuerpo muere.
La relación del Atlético con el Kun bien puede considerarse como viciosa, cuando el jugador argentino está sobre el campo todo parece ir bien, los goles y las ocasiones llegan, el juego general del equipo mejora, todo marcha. No solo es por su presencia, sino por la sensación de seguridad que genera en el resto de sus compañeros. Ven en este joven proyecto de balón de oro un objetivo concreto en el que ha de desembocar su empeño, no importa el rival, el Kun está ahí y no va a fallar, va a ser capaz de recoger un balón de la nada y convertirlo en una ocasión, va a estar ahí para empujarla o para endosarse entre las líneas de la defensa rival desarbolando sus opciones de abortar un ataque rojiblanco.
Cuando el Kun toca su primer balón en el partido es como la primera calada del día, un signo inequívoco que señala que estás vivo y que te sientes bien contigo mismo. Sin embargo, cuando no está, todo se vuelve una pesadilla, como si te despiertas de madrugada y no encuentras tu cajetilla en la mesilla de noche. Todo se vuelve gris, el desasoiego te invade, no te sientes con fuerzas para desarrollar lo que tenías previsto, la cabeza se te nubla y solo puedes pensar en que debes bajar al estanco. Eso fue lo que le ocurrió el sábado en Valladolid.
¿Qué pasará si el Kun se lesiona o tiene un par de partidos malos? Cuando llegue el dolor de garganta, los fluidos mucosos, el dolor en el pecho... ¿Y si la dependencia es tan grande que el resto de los jugadores se relajan y el cuerpo muere?
Un equipo no puede ser solo un jugador, por bueno que éste sea. Sus dos goles de ayer le dejan en muy buen lugar, pero sitúan al resto de sus compañeros a la altura del betún. El Atleti, no se sabe por qué extraño motivo, es un equipo con la tentación histórica de depender de un solo futbolista, el caso inmediatamente anterior fue Torres, el Kun vino a ocupar su lugar. Lo de Torres terminó con el canterano emigrando a tierras inglesas para no tener que soportar la presión que implicaba el hecho de ser el centro de todos los focos. Esperemos que en el caso del Kun esto no sea así.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Una liga sin rumbo

Tras la segunda jornada de liga el Espanyol se sitúa como líder tras haber sido el único equipo capaz de lograr la victoria en ambos partidos. Real Madrid, Atlético de Madrid y Barcelona han dejado serias dudas acerca de su potencial y Villarreal, Valencia y Sevilla se postulan como serios aspirantes a la Champions y puede que a algo más. No obstante, habrá que esperar cuatro o cinco partidos para que los grandes muestren todas sus cartas.

Real Madrid-Numancia

En un partido propio de pretemporada el Madrid demostró una preocupante fragilidad defensiva y una insultante contundencia en ataque. Durante buena parte del encuentro era como si el conjunto blanco se dejase llevar, contemplando los esfuerzos gigantescos de un equipo cargado de moral, pero que carece de la indudable calidad de los de chamartín. Este tipo de partidos nos recuerdan que la vida no es justa, que hay 350 millones de euros entre ambos presupuestos y que lo que para unos consituye un desafío que les puede llevar a la gloria en la victoria, para otros no es más que la rutina de triunfar, una muesca más en su revólver.
El Numancia se presentó en el Bernabéu con un equipo muy ordenado, con las líneas muy juntas, como si fuese un equipo de balonmano. 10 hombres por detrás del balón y un delantero presionante que arrastraba constantemente a los centrales lejos de su posición. Tuvieron cierta fortuna en el primer gol, un despiste de toda la zaga al defender un córner, especialmente de Míchel Salgado, que, botado mansamente, fue a parar a la cabeza de Moreno sin oposición. Es el tercer gol que encaja en el Madrid en dos partidos en jugadas de estas características y quizá Schuster debería hacérselo mirar.
Los de casa adelantaron un poco las líneas a raíz del gol, presionando más arriba y abriendo el campo a través de Robben y Marcelo, muy activo en ataque durante todo el partido. De un pase interior del extremo holandés cuando el brasileño se desmarcaba llegó el primer gol, el número 5000 en la historia del club madrileño, que, quizá por justica histórica, en un disparo desde la frontal, tras rebotar en un defensa, fue conseguido por Guti, el eternamente discutido canterano.
Apenas tres minutos después ocurrió algo que no estaba en el guión, el Numancia, lejos de arredrarse y vencerse ante la superioridad local, reaccionó con un chutazo de Barkero desde treinta metros que se coló por toda la escuadra en un claro error de Metzelder en la presión. Lo del espigado central alemán no tiene explicación, vino al Madrid como una alternativa fiable al veterano Cannavaro, todo un central de la selección alemana, y hasta ahora no ha demostrado galones suficientes como para ser titular en este equipo, recientemente incluso se ha cuestionado su puesto en el 11 inicial de la selección. El año pasado apenas pudo jugar por las lesiones y esta temporada, si no mejora, puede ser la última en tierras madrileñas con la llegada de Garay. Creo que hay que buscar responsabilidades individuales en la mala actuación de la defensa, Pepe estuvo nervioso durante todo el partido porque no se entendió con el germano y Salgado, sencillamente, no está preparado para la primera división española en uno de los grandes, su época ha terminado y su decadencia es triste. Con todo el respeto del mundo, sugiero que se retire. Marcelo fue lo único rescatable de los cuatro de atrás, de los que, conviene destacarlo, faltaban Heinze, Cannavaro y Ramos. Es posible que la ausencia del italiano, tan denostado por algunos medios, tenga algo que ver en el desconcierto que reina en las jugadas a balón parado a juzgar por los datos estadísticos. La defensa madridista, desde que se marchó Hierro, sigue adoleciendo de falta de carácter y liderazgo, puede que el ex balón de oro sea el único que haya asumido ese rol en los últimos tiempos. Pepe debería tener más confianza y abroncar de vez en cuando a sus compañeros, por treinta millones de euros se ficha a algo más que a un buen central o, al menos, así debería ser.
Tras esta digresión, volvamos al partido. El Madrid, después del improvisado gol de Barkero, supo poner una marcha más y consiguió marcar tres goles en apenas quince minutos, en el único periodo de todo el choque en el que demostró por qué está llamado a luchar por el título y por qué el Numancia es un recién llegado a la categoría. Primero Higuaín, en un excepcional control orientado tras un pase de Van Nistelrooy, ajustó el balón al palo, donde nada pudo hacer el cancerbero, exhibiendo, una vez más, que se ha quitado el complejo del gol y que puede llegar a ser un killer del área sólido en el futuro. Todo pasa porque tenga minutos, hasta el momento los está teniendo y es previsible que siga siendo así ante la escasez de puntas en la plantilla. Posteriormente, un disparo potente y sin avisar que pilló descolocado al meta numantino de Van der Vaart, tras otra jugada de Robben, puso el 3-2 en el marcador. El holandés al fin se estrena como goleador y, pese a que su posición en el campo parece algo borrosa, es seguro que dará grandes noches a los aficionados del Bernabéu, su clase rebosa por los cuatro costados. Como guinda al pastel llegó el cuarto, en un córner peinado por Pepe que Cisma introdujo en su propia portería. Todo parecía normal, 4-2, el partido resuelto al descanso tras pasar algunos apuros para darle algo de emoción, pensaba la hinchada capitalina.
Nada más lejos de la realidad, en el segundo tiempo el Madrid se abandonó, en parte por el cansancio de los internaicionales, en parte por la acedia en la que se vio inmerso, ganadora en última instancia. Dio el balón al Numancia y se dedicó a esperar atrás. Schuster no anduvo acertado en los cambios, no en los nombres, sino en los tiempos y el conjunto granate se vino arriba. Moreno acortó distancias en el 57' en un golpe franco divinamente lanzado y terrenamente defendido por Casillas. Apunto estuvieron de empatar el encuentro en una jugada al final del partido en la que del Pino fue capaz de llegar a un balón inalcanzable que se paseó por el área pequeña sin que nadie lo rematara.
En fin, quince minutos de un grande, son como noventa minutos de un modesto. El fútbol no es justo y por eso el Madrid tiene más seguidores que el Numancia.

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sábado, 13 de septiembre de 2008

De la maldición del Aleti y otras historias de terror

Valladolid-Atlético de Madrid

A raíz de su brillante clasificación para la champions y de su aplastante victoria frente al Málaga en la primera jornada liguera muchos pensábamos, quizá de un modo prematuro, que el Atlético de Madrid, este año, estaba llamado a discutir la hegemonía de Madrid y Barça en la liga. Si aquella conclusión era apresurada, no lo es menos la de recular ahora tras el partidido disputado ayer en la que se vio afectado por el virus FIFA. No obstante, frente al Valladolid, pudimos ver, una nueva reedición de los complejos históricos de este club. Contra un equipo que se crece contra los grandes pero que está condenado a luchar por no descender un año más, uno de los modestos de toda la vida del fútbol español, el Aleti volvió a ser fiel a los principios que parecen regir su destino y que no lo permiten pasar de la medianía más aberrante y hasta de la nulidad más dolorosa consumada en su descenso y en los dos años que se mantuvo en la segunda división. Si se quiere ganar el título, no se pueden desperdiciar ocasiones como la de ayer. Es un tópico muy cierto el de que la liga se gana en los campos pequeños, la liga es el día a día, importan más los pequeños detalles que los grandes acontecimientos. Lo que hace la vida satisfactoria o no, son las pequeñas cosas, la cerveza después del trabajo o la siesta tras la comida. Esa clase de cosas son las que nos permiten ser felices.
El equipo rojiblanco, pese a ponerse 2-0 en contra en la primera parte, jugó casi todo el partido contra 10 y solo fue capaz de marcar un gol. Es cierto que algunos de sus titulares no estaban en buenas condiciones, tal es el caso de Simao, muy por debajo de su mejor nivel, lo es, también, que no pudo contar con Heitinga y que Ufalujsi estaba tocado, y que el tarro de las esencias de la magia de Agüero estaba en la reserva -con todo, consiguió el único tanto visitante-, así como que la contundencia de Forlán crea adicción. Pero no lo es menos que la obligación de un entrenador, cuando cuentas en tu plantilla con internacionales de prestigio y tienes que afrontar una competición tan exigente como la Champions es que todos los miembros de la plantilla rindan, que los suplentes traten de sembrar la duda acerca de si podrían desempeñar bien el trabajo de los titulares.
Ni Luis García, ni Sinama demostraron que sean suplentes de garantías, Seitaridis volvió a ser un cero a la izquierda en ataque y un peligro para los suyos en defensa, y Perea demostró una vez más que, como central, carece de las más elementales nociones tácticas, potencia sin control no sirve de nada. Además, todo ello se vio agravado por la sustitución de Assunçao en el minuto 46', no existe ningún equipo en el mundo que pueda jugar al fútbol con un solo mediocampista, Aguirre debería saberlo, no se ataca más con más delanteros, sino con juego. Cuando te enfrentas a un equipo mermado por una expulsión lo que se requiere es mover la pelota y buscar a los extremos, para cansar al rival y abrir el campo, solo así vienen las ocasiones. Tal fue el desaguisado en este punto que Aguirre rectificó y sacó a Raúl García en el 73', demasiado tarde, para sustituir a un Luis García muy lejos del nivel que prometía en el propio conjunto colchonero y en el Liverpool en sus inicios.
El Aleti se pareció demasiado a sí mismo, tiene que deshacerse de sus complejos, de su mística malditista, tiene demasiadas excusas para perder y eso es lo peor que le puede suceder a un equipo que quiere ganar algo. No es una excusa válida, se mire como se mire, que cuando juegas contra 10 sueles perder, que los modestos se te dan mal, que cuando estás en la cima eres incapaz de mantenerte o que no puedes marcar goles sin tus delanteros titulares, como si fuesen talismanes. Son excusas de perdedor y lo peor de todo es que Aguirre parece creer en ellas como si se tratase de dogmas de fe, de seguir siendo así, el equipo está condenado a un trayecto por esta liga sin pena ni gloria.

Barcelona-Rácing de Santander

En Barcelona se volvió a repetir la negra historia soriana. Un equipo, el blaugrana, volcado ante la meta rival, moviendo el balón parsimoniosamente en el medio del campo y sin verticalidad durante el primer tiempo. Un Alves que no termina de ajustarse al esquema de Guardiola, quizá porque Keita no es un especialista defensivo que sea capaz de cubrir los huecos que deja en la banda derecha. Los dos goles que ha encajado esta temporada arrancaron en jugadas por ese costado aprovechando la autopista que deja el brasileño cada vez que sube, no es casualidad. Un Eto´o que no está, sencillamente, no es solo que no le lleguen balones, es que tampoco los busca, de un delantero de primera categoría mundial se pide que sea capaz de generar sus propias ocasiones de gol y el camerunés está defraudando en ese sentido, quizá sea porque no tiene confianza, el trato que le han profesado este verano ha sido bochornoso.
En la segunda parte se demostró que había sido una temeridad dejar a Messi e Iniesta en el banco y sacar en su lugar a dos canteranos, Busquets y Pedrito, pese a que estos rayaron a buen nivel. Le costó caro al técnico. Solo cuando estos dos jugadores irrumpieron en el partido -Iniesta por la lesión de Helb que le mantendrá apartado dos meses de la competición, mala noticia para el fútbol-, pudimos ver un bosquejo de lo que puede ser este Barcelona como local, imprimiendo una marcha más al partido y encontrando así un gol que sumió paradójicamente al equipo en un estado de autocomplaciencia y relajación que ocasionó el empate, ante lo que no supo ya reaccionar en una exhibición de desconcierto e indolencia. Es cierto que el Barcelona ha sido superior a Numancia y Rácing, lógico, pero también es cierto que han tenido dos ocasiones en contra y los han marcado y que han sido incapaces de anotar de jugada. Con todo, el proyeco de Guardiola merece crédito, las próximas dos trascendentales semanas donde tendrá que despejar dudas tanto en Liga como en Champions.

Resto de la jornada

El Sevilla ganó en un partido loco y espectacular donde dejó dudas en defensa y volvió a demostrar que cuenta con grandes jugadores ofensivos. Brillaron Navas, Kanouté y Chevantón, en un partido que no pasará a la historia, pero que fue muy entrenido para el aficionado y una pesadilla para los técnicos.

En fútbol internacional lo más destacado fue la victoria del Liverpool frente al Manchester (2-1) en un partido con la tensión propia de un encuentro entre dos grandes equipos conocedores de que el mínimo error iba a ser impíamente aprovechado por el rival, como así fue. El equipo de Benítez se postula como un candidato serio al título, quizá esta vez sí, tras 16 años de barbecho, si el Chelsea, que ganó al M. City (3-1) de un Robinho que marcó de falta (¡!) pero que no brilló, lo permite y la vuelta de Cristiano no mejora a los diablos rojos, espesos en este comienzo liguero con un Rooney maltratado por Ferguson y un debut, el de Berbatov, que presagia grandes actuaciones.

Por cierto, la Sexta nos volvió a obsequiar con una doble sesión de fútbol, el lío de las televisiones sigue en esta temporada 2008/09, a lo largo de la semana escribiré un post opinando sobre esto.

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miércoles, 10 de septiembre de 2008

Puro trámite

La burocracia generalmente se nos presenta en la vida como algo que interrumpe nuestra cotidianidad. Muchos son los españoles que tienen que pedir el día libre en el trabajo para renovar su carnet de identidad, pasaporte, o permiso de conducir y que tienen que soportar las tremendas colas y las trifulcas que esporádicamente se generan en las mismas. No hablemos ya de declarar la renta ante la hacienda pública o de las multas de tráfico con sus consiguientes reclamaciones e incluso, el doloroso abono del importe. Quizá la comparación resulte un tanto escandalosa y exagerada. La selección, nuestra amada selección, campeona de Europa, tratarla como si fuera una gestión administrativa.... Quizá sea algo forzado el símil, pero no cabe duda de que el partido de esta noche ha sido un mero trámite. Y, al menos para mí, un trámite pesado e inoportuno, que, al menos, ha sido resuelto sin ninguna zapatiesta entre los que esperaban su turno.
Iniesta le sirvió un café bien cargado a Capdevilla a eso de las nueve de la mañana y después, él mismo, le puso un pincho de tortilla a Villa para amenizar la espera. Antes del medio día teníamos el estómago lleno y solo nos quedaban cuarenta y cinco minutos, según cálculos aproximados, en función de nuestro número, el 4, para que el funcionario nos atendiera. El propio Villa, un gran amigo, nos llamó por teléfono para hacernos compañía y Senna nos invitó a una cervecita a la salida. Conseguimos renovar nuestro permiso de desempleo, tendremos que hacerlo en cada partido hasta que llegue la Copa Federaciones. Turquía y Bélgica empataron, nuestros dos grandes rivales. Lo dicho, puro trámite, aunque no lo pasamos del todo mal. Este fin de semana, al fin, vuelve la liga.

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lunes, 8 de septiembre de 2008

Federer-Murray

El tenis es un deporte extraño, se trata de la única disciplina individual y eminentemente física que es seguida masivamente. Quizá en España esto tenga una explicación en el impacto social que siempre ha tenido la tauromaquia, pero no se trata de un caso aislado, pues siempre que un representante nacional aparece en la elite del tenis congrega audiencias millonarias y estadios repletos en su país, sea cual sea. Además tienen un sistema de puntuación extraño, a diferencia del resto de los deportes que solemos sentarnos a ver frente al televisor, en éste, el tiempo es un factor secundario, la partida se rige por unas aparentemente arbitrarias y sencillas normas que son costosas de averiguar en un principio. Generalmente, en las diferentes disciplinas deportivas, se privilegia al más rápido, o al que más goles o puntos consigue en un tiempo determinado. En el tenis gana el que consigue realizar seis juegos con una diferencia de dos con respecto a su contrincante por dos o tres veces en función del tipo de torneo que sea. Esto hace que no todos los puntos tengan el mismo valor, no es lo mismo ganar un juego al resto que hacerlo cuando se sirve, ni lograr ratificar una ventaja que conseguir el primer punto del juego con tu servicio. A mi entender, debido a esta doble particularidad, el tenis es quizá el deporte en el que el factor moral es más importante. Si es cierto que en fútbol hay goles psicológicos, como los que se marcan al final del primer tiempo o al comienzo del partido, o que no todos los atletas rinden al mismo nivel en las grandes competiciones debido a su debilidad o potencia mental, a su capacidad de dar la talla en los momentos cruciales, en el tenis, estos momentos, están por doquiera. En cada partido, en cada set, podemos observar multitud de momentos en los que los tenistas han de asumir una responsabilidad casi definitiva. No gana el tenista que más puntos de break obtiene, sino el que más aprovecha o el que menos concede y más consolida.
En un partido de alto nivel, como el de esta noche, entre Murray y Federer, al margen de sus cualidades individuales, a mi juicio, muy parejas, el factor moral se erige en el que decanta el resultado hacia un lado u otro. Federer ha sabido gestionar mejor los momentos en los que el partido requería de sangre fría, experiencia y el mejor juego posible. Por más que nos hayamos olvidado de él últimamente debido a que Nadal le ha robado parte de su esplendor, no podemos dejar de admirar sus capacidades. No solo su clase, su contundencia desde el fondo y su efectividad en las subidas a la red, su excepcional saque y su inapelable resto frente a un segundo servicio. Más allá de esto, lo que hace de Federer un grande, un grande de la historia del deporte mundial, es que siempre saca lo máximo de sí cuando la situación es más peligrosa. En los momentos en los que a otros les tiembla la raqueta y su vista se vuelve borrosa, él despliega sus mejores golpes. ¿Quién no se hubiera venido un poco abajo cuando en el segundo set, después de romper el servicio del escocés y mientras se dirigía lanzado hacia su quinto US Open, Murray ha conseguido romperle el servicio? No solo no se vino abajo, sino que fue capaz de ganar el set cuando Murray servía para alcanzar el Tie-Break. Es solo un ejemplo de lo que ha sucedido a lo largo del partido, un Murray irregular, alternando grandes puntos con errores no forzados innecesarios, intimidado sin duda por la figura de este supercampeón y adolorido en su rodilla derecha, dolor, que, como no podía ser de otro modo, se veía incrementando cada vez que el suizo lograba winners con su derecha, excepcional todo el torneo y especialmente acertada en la final de hoy.
En los últimos meses habíamos visto como perdía parte de su confianza, debido a rumores que anunciaban su retirada, que hablaban de un cierto hastío de vencer, de que no se sentía apto ya para afrontar la embestida de Nadal, de que su época había pasado. Eso había mermado su juego, pero sale de Nueva York reforzado y mientras las piernas y la cabeza le respondan, tenemos Federer para rato. Eso no quiere decir que Nadal no vaya a estar preparado para mantener su número uno, incluso con un Federer rayando su mejor nivel. Conviene recordar que el único tenista capaz de poner nervioso al suizo es precisamente el español. Quizá no tenga su clase, pero tiene una fe ilimitada y de eso se trata en tenis.
Aunque resulte superfluo, recopilo algunos datos; este es su quinto US Open consecutivo y constituye un nuevo récord, solo Sampras, en la era open, había conseguido cinco títulos, pero no de manera consecutiva. Se suma a sus cuatro Wimblendon, también seguidos, igualando a Bjön Born, y a sus tres Open de Australia. Le sigue quedando la asignatura pendiente de ganar su primer Roland Garros, pese a que ha estado presente en las últimas tres finales. De hecho, en las últimas cuatro temporadas, solo se ha perdido la final de este año de Australia, por lo demás, ha estado en el resto de finales de torneos de Grand Slam, manteniéndose como número uno durante todo este tiempo, hasta el advenimiento de Rafa… Todos deseamos que Nadal agigante su leyenda, pero hay que quitarse el sombrero ante este genio.

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Los domingos ya no son lo que eran...

Por suerte, la franja horaria en la que se ubican las carreras de fórmula 1 no es tan competitiva como el automovilismo, de otro modo, es muy posible que Fernando Alonso, con todo lo que nos ha hecho disfrutar, hubiera pasado ya al olvido. Afortunadamente para él y para los aficionados a este deporte vibrante y espectacular, los domingos antes de comer o durante la comida, hay pocas cosas mejores que ver y hasta que hacer que mirar como Fernando frustra una vez más sus y nuestras expectativas. Nos reconfortamos viendo como Hamilton sigue equivocándose una vez tras otra, como el tiempo ha dado la razón al asturiano y evidenciado hasta el extremo más dantesco la estulticia soberana de Ron Dennis y la inmadurez de su pupilo. Con todo, este es un premio menor. Acostumbrados, como estábamos, a verlo ganar carreras, a hacernos saltar del sofá ante su adelantamientos, a festejar sus triunfos en el mundial por todo lo alto, a callar a todo el que interrumpiera nuestra contemplación de sus éxitos con una explicación tan certera e incuestionable como que estaba corriendo Fernando, verlo arrastrase por la parrilla resulta bochornoso y no deja de provocar cierta pesadumbre, cierta compasión ante su figura. La de un hombre capaz de volar encerrado en una jaula de acero. Eso es exactamente su monoplaza, una jaula. Muchos queríamos que Fernando huyese de aquel suplicio que era MacLaren y regresase al lugar donde ha cosechado las conquistas que le han hecho célebre, pero no podemos dejar de arrepentirnos. Renault ha fabricado un coche mediocre, adecuado a un novato como Nelsinho, pero completamente inapropiado para un bicampeón del mundo y lo peor es que no parece que la escudería tenga posibilidades reales de competir con los grandes en mucho tiempo. Más vale que fiche por Ferrari al año que viene porque, de otro modo, creo que voy a dormir la mona un poco más los domingos por la mañana. Kimmi debería hacer lo mismo…

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viernes, 5 de septiembre de 2008

Raúl, uno de los grandes

Como los grandes artistas, muchos piensan que los grandes deportistas se caracterizan por tener un estilo propio y diferenciado del resto. Por poseer unas características excepcionales que los hacen destacar por encima de los mediocres. Todo el mundo distingue de los demás el revés a una mano de Roger Federer, esa elegancia, esa identidad entre cada golpe y esa simplicidad lo hacen ser letal, a la par que único. Las cabalgadas de Ronaldo también contenían este carácter, su potencia le hizo decir a Valdano que cuando él tomaba el esférico era como si lo cogiera una manada. Michael Laudrup y su pase sin mirar, los controles imposibles y los regates sin balón de Zidane, los passing desde el fondo de la pista de Nadal en carrera, la espigada y tosca manera de correr de Bolt, el físico de Shaquile O´Neall, el face to face de Michael Jordan y sus mates precedidos de saltos voladores. Fuera de éstos, existen también los deportistas que poseen características especiales pero que no dejan de pertenecer al montón, tal es el caso de Robinho y sus bicicletas, de los pases de treinta metros exactos de Beckham, de la velocidad de Odonkor o de los reversos de Iverson. Generalmente, y supongo que les ocurrirá a muchos de los lectores, se suele confundir el hecho de ser diferente con el hecho de ser mejor, cuando no necesariamente es así.
Por otro lado están los deportistas que no destacan en nada y que, precisamente por eso, su genialidad es discutida. De estos jugadores suele decirse que no son un diez en nada, pero tienen un ocho en muchos aspectos. Para mí, el deportista más injustamente tratado de este país, Raúl, es un genio de esta categoría. Quizá por no poseer ninguna característica distintiva le fue denegado el balón de oro y después, las lesiones y el inevitable paso del tiempo nos han hecho olvidarnos de quién es este jugador. Quizá el futbolista más importante de la historia de España. La estrella más brillante de un equipo, el Real Madrid de finales de los noventa y principios de siglo, que fue capaz de conquistar tres copas de Europa en cinco años, algo que no había conseguido ningún conjunto desde el Milán de Sachi y que, dentro de España, solo ha sido capaz de superar el propio Real Madrid de Di Stefano. Se dice que ese Real Madrid era de Roberto Carlos, de Redondo, de Hierro o de Zidane, pero si era de alguien, ese Real Madrid era el de Raúl González Blanco. Quizá su genialidad consista, simple y llanamente, en ser un genio sin hacer nada genial. Debería tenerse esto en cuenta cuando, desde diferentes foros, se cuestiona su figura, y con ella, su pasado y su presente. Sin ser un gran rematador, sigue ostentando el título de máximo goleador histórico de la Champions y obtuvo dos pichichis de la liga española, sin ser un gran regateador, nos ha legado una de las jugadas más impresionantes de la historia del fútbol en la final de la copa intercontinental frente al Vasco da Gama en el 98, sin ser un gran pasador, los delanteros que han jugado a su lado, ya sean Morientes, Ronaldo o Van Nistelrooy han rendido al máximo de sus posibilidades. Raúl es un grande de la historia del fútbol mundial y cuando se retire, todos a los que les interese el fútbol, lo echarán de menos.

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Mi tío (Sobre la selección)

Cuando era pequeño, recuerdo que tenía un tío muy pesado, el hermano de madre. Mi padre le detestaba porque siempre solía llamar por teléfono en el momento más inoportuno y presentarse en casa cada vez que tenía ocasión, con todo, se olvidaba de nuestros cumpleaños y, en ocasiones, pedía dinero prestado a mi madre. Era soltero y tenía un trabajo bastante penoso, además, gustaba mucho de salir por ahí, andar con toda clase de mujeres y jugar apostando o a la lotería. Para mi abuela, era la oveja negra de la familia y siempre generaba toda clase de discusiones en las reuniones familiares. Todo el mundo estaba harto de él y solo, la inevitable consanguineidad le mantenía ligado a nosotros. Personalmente a mí me resultaba un tipo peculiar y patético, aunque todo el mundo decía que era capaz de grandes cosas, que había tenido mala suerte en la vida, pero que sus cualidades eran excepcionales.
Un buen día, de la nada, se presentó en casa con un montón de dinero, le había tocado la lotería, devolvió a mi madre todo lo que le había prestado a lo largo de los años y nos hizo un regalo a todos los hermanos. Recuerdo que a mí me compró un coche teledirigido, uno con el que llevaba soñando mucho tiempo. Desde ese momento se convirtió en el tío rico y todos lo adorábamos aunque su vida seguía siendo igual de desordenada y seguía llamando inoportunamente a casa y molestando a mi padre.
La selección española es ese tío pesado, esa oveja negra de la familia que de pronto se ha redimido. Sus partidos siguen siendo igual de molestos e irrelevantes. España-Bosnia, no merece ningún comentario. El triunfo en la eurocopa si bien no nos hace desear esta clase de partidos insustanciales, al menos, nos hace respetar a este grupo de jugadores que hace apenas dos meses llevaron al éxtasis a todo un país. La FIFA y la UEFA deberían hacer algo para que las fases de clasificación para los mundiales y las eurocopas tuviesen algo más de interés. Interrumpir los avatares domésticos de las competiciones ligueras, siempre salpicados de rivalidades fraguadas a lo largo del tiempo, de grandes partidos y grandes jugadores, de diferencias que se abren o que se cierran, de expectativas y desilusiones sigue siendo mucho más interesante que la selección, por más que nos haya hecho, por un mes, los ciudadanos más felices y orgullosos de todo el continente, no puede competir, todavía, con los clubes.

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jueves, 4 de septiembre de 2008

Las hermanas Williams

Estamos en la ciudad de Compton, en el condado de Los Ángeles, a menos de una hora en coche de Beverly Hills, donde moran las estrellas más rutilantes del planeta. Sin embargo, no es un lugar sencillo para vivir, el año pasado esta pequeña localidad californiana tuvo la tasa de criminalidad más alta de norteamérica, las pandillas, vinculadas, sobre todo, al negocio de la droga dominan en Compton desde antes de que Richard y Orence decidieran apuntar a clases de tenis a sus cuatro hijas. Consideran que es el mejor modo de que escapen de ese mundo de miseria y crimen en el que las ha tocado vivir y sueñan, quizá, con que algún día puedan caminar por el paseo de la fama sin que ningún policía les pida la documentación.
Venus y Serena son las menores de la familia, mientras entrenan, escuchan los tiroteos, en ocasiones, inlcuso las balas cruzan las pistas del centro de entrenamiento público, ubicado en uno de los barrios más conflictivos de la ciudad. Gracias a sus excepcionales dotes, Serena, la menor de todas, es la primera en ganar un torneo, cuando tan solo cuenta con cuatro años y medio de edad. Venus, por su parte, no le va a la zaga, y ambas, antes de cumplir los 12 años, se alternan en el primer puesto del ránking de California. Richard, entrenador y padre de ambas, está orgulloso de sus dos pequeñas y el matrimonio ve en ellas una posibilidad de escapar de ese mundo.
Pronto llegaría la oportunidad, Ricc Micci, el descubridor, entre otras, de Jennifer Capriati y Mary Pierce, se fija en ellas, y decide trasladar a las dos hermanas, de costa a costa, hasta Florida, donde se reunirá posteriormente toda la familia. Además, Richard, firma un contrato con una importante marca deportiva que solventa sus problemas económicos. Han conseguido escapar de Compton y llevar a toda la familia con ellas, constituyen dos serias promesas dentro del mundo del tenis y arrasan en todos los toreos a los que se presentan.
Venus debuta en 1994 y Serena en el 95, ambas lo hacen con menos de 14 años, lo que no les permite presentarse a torneos ATP. En el año 1999 ambas hermanas conquistan Roland Garros en la categoría de dobles y se convierten en las primeras hermanas en hacerlo en el siglo XX, además, Serena, se haría con su primer US Open, el domingo, podía conquistar su tercer título. Pero sería a principios del siglo XXI cuando comenzarían a instaurar su hegemonía dentro del tenis mundial, en el año 2000 lograron la medalla de oro en dobles en los juegos olímpicos de Sydney, en los que Venus conquistaría el triunfo individual, después de conseguir el primer Wimblendon de los 5 con lo que cuenta en la actualidad. En 2001, Venus coquistaría el US Open y Wimblendon y Serena, por su parte, haría lo propio en el abierto de Australia. En 2002, Venus se conviritió en la primera jugadora afroamericana en alcanzar el número 1 del mundo, poco tiempo después de conseguirlo y tras perder en las finales de todos los grand slam consecutivamente contra su hermana Serena, sería ella quien la sustituiría. Ese año, estuvieron presentes en todas las finales de los grandes torneos y el tenis parecía haberse convertido en un negocio familiar, tremendamente lucrativo, de los Williams. Como consecuencia esa implacable majestad nacieron sus más firmes detractores que las acusaban, sencillamente, de ser mejores. "Sirven más rápido y restan más fuerte, como los hombres", dicen.
Tras haber pasado por algunas dificultades en los últimos años, motivadas principalmente por el divorcio de sus padres y la muerte de su hermana mayor en un tiroteo en Compton - un agrio y luctuoso reencuentro con su pasado-, parece que han decidido regresar a la cima del tenis. El año pasado Serena se hizo con el Open de Australia y llegó a la final de Wimblendon, que perdió frente a Venus, como en los viejos tiempos. Además, conquistaron su segunda medalla de oro en dobles en unos juegos olímpicos. Ayer mismo tuvimos ocasión de contemplar el décimoseptimo enfrentamiento entre ambas durante su vida profesional, en los cuartos de final del abierto de Nueva York. Ganó Serena, su novena victoria fraticida, una más que Venus. Todo apunta a que conseguirá la victoria final, volviendo a ser número 1 del mundo.
Parece ser que las hermanas Williams han vuelto y, al menos yo, lo celebro.

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martes, 2 de septiembre de 2008

Los cuernos de Robinho

Imagina que tu mujer se enamora repentinamente de otro y la prensa lo publica. Que él se deja querer y que hasta su madre se pronuncia a favor de su unión. Que todos los días, en todos los periódicos, aparecen relatadas las virtudes del amante comparándolas con las tuyas, las cuales son claramente inferiores a juicio de todo el mundo, lo que provoca que seas el centro de las bromas y las burlas de tus compañeros del curro. Mientras tanto, ella dice que te sigue queriendo, pero, muy probablemente, solo como suplente. Él está casado con otra y no sabe si desea realmente escapar. Pasa el tiempo y su romance no llega a consumarse, entonces tu mujer dice que siempre te ha querido a ti y que no te apartes de su lado. Mientras ella estaba flirteando con él, tú te has fijado en otra chica, que te quiere y te valora, que trata de seducirte a diario y que además es muy guapa, casi tanto como tu esposa. Cuando decides tomar la decisión de irte con ella, tu mujer te dice que estás casado y que no puedes romper así como así un contrato, matrimonial, que te quiere, aunque no puede negar que te hubiera puesto los cuernos a la mínima ocasión.
Imagina que eres Robinho, que has ganado dos ligas seguidas con el Real Madrid, que te has entregado a ese equipo y has sido una de las figuras más destacadas en la consecución de esos éxitos. Que el presidente de tu equipo admite toda clase de ofertas por ti, porque resulta que quiere fichar a un jugador que ocupa tu mismo puesto y del que todos dicen que es el mejor jugador del mundo, aunque tú eres la estrella de la mejor selección del planeta, Brasil.
Encima de cornudo, ¿apaleao?

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La liga y la vida

Dicen que la liga es la vida, yo no diría tanto, pero, desde luego, hace la vida más fácil. Te despiertas un domingo y piensas en qué hacer durante todo el día, 2 de Agosto, mañana tienes que ir a trabajar, porque no tienes vacaciones, pero hace un calor insoportable. Como no tienes que ir al partido ni quedar para verlo, te convencen para que vayas a comer con los suegros. No soportas a los miembros de la familia de tu cónyuge, pero tienes que ir, porque no tienes ninguna excusa para negarte. Ya habéis hablado, en anteriores reuniones, del triunfo de la selección y de la victoria del Madrid, si eres del Madrid y ellos son del Aleti, te has podido reír un buen rato a su costa, pero, como es fútbol, y no es nada importante, las bromas nunca pasan de lo cordial. Los fichajes, no dan para tanto como un buen partido, en los fichajes solo hay goles figurados y expulsiones inventadas. Nadie conoce las características negociadoras de los equipos, si Mijatovic se revuelve tan bien en el área de los despachos como en la del equipo contrario o si Calderón es igual de solvente y fiable que, pongamos, Maniche, aunque tenemos una vaga idea de ello.

Como no hay nada de qué hablar, sale el tema de la herencia. A ti te revienta eso, primero porque ni te viene ni te va, y además porque te parece una falta de respeto, estando tus suegros todavía vivos. La conversación empieza a subir de tono y tu cuñada, que no te cae nada bien, se marcha de la mesa echa un basiliisco mientras la suegra se pone a llorar. El hermano de tu cónyuge le echa toda la culpa a él y tú estás con cara de tonto mirando un helado de fresa, chocolate y nata con barquillos mientras tus hijos te dan la brasa con que quieren irse ya porque han quedado con sus colegas. Intentas morderte la lengua, pero al final estallas y comienzas a decir todo lo que te has callado sobre esa familia durante los últimos diez años. Llegas a casa y te piden el divorcio, te queda el consuelo de saber que solo queda un mes para que la liga empiece de nuevo y de que no tendrás que comentar nada con tus cuñados. “Mejor – piensas-, parece que el Aleti este año puede hacer algo importante”.



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