miércoles, 24 de septiembre de 2008

Se abre la brecha

La distancia entre los equipos comienza a hacerse palpable, apenas llegados a la cuarta jornada liguera, de la que aún restan por disputarse algunos partidos, entre ellos los de Valencia y el sorpresivo -no tanto- Almería, los grandes favoritos, incluyendo a eternos aspirantes como el Atlético, copan los primeros puestos de la clasificación. En apenas tres puntos encontramos la horquilla de los seis que serán, casi con total seguridad, los protagonistas de este campeonato en la parte de arriba.
El quinto lugar de la clasificación lo ocupa el Barcelona que ayer, frente a un voluntarioso Betis, terminó consiguiendo los tres puntos con un esfuerzo excesivo, considerando que malgastó una renta de dos goles al término de los primeros cuarenta y cinco minutos teniendo que esperar hasta las postrimerías del encuento para que Gudjohnsen, en un gol cuya ausencia de plasticidad resume lo caótico del partido, decantara el choque a favor de los blaugrana. Frente al Rácing, el exceso de relajamiento al conseguir el primer tanto les costó dos puntos valiosos en su feudo. El Sporting de Lisboa atemorizó a la afición del Nou Camp cuando acortó distancias con 2-0 en el marcador. Ayer, el Betis, fue capaz de empatar pese a la exhibición de los de Pep en el primer tiempo en la que evidenciaron nuevas virtudes que pueden hacer renacer el proyecto culé. Entre estas virtudes, cuyo bosquejo pudimos ver con cuentagotas en lo que va de temporada, me quedaría con dos; la presión constante en todas las líneas de juego, lo que garantiza una posesión abusiva del esférico, y las incoporaciones de los laterales, especialmente de Alves que por su carácter endiablado e imprevisible son capaces de desconcertar a cualquier defensa, sobre todo si son escoltadas por Messi. Se trata de dos características que hay que poner en el haber de Guardiola y que eran ajenas a los últimos años de Rijkaard. Por esto es más difícil aún de comprender a qué se deben esos bajones en las segundas partes, por qué una especie de somnolencia embriaga a los jugadores del club catalán obligándoles a renunciar a su brillante esquema original de juego y a lo que mejor saben y han sabido hacer siempre, manejar el partido. ¿Mala preparación física? ¿Ausencia de carácter? ¿Problemas en el acoplamiento del nuevo sistema? El tiempo despejará estas incógnitas.

El primer puesto de la tabla, sin que a nadie le pille desprevenido, lo ocupa el Villarreal. Los de Pellegrini volvieron a ganar, suman nueve puntos en las últimas tres jornadas. Controlan el juego a su antojo, son letales cuando deben serlo, parsimoniosos cuando las circunstancias lo demandan, atrevidos si hay que apretarse los machos. En cuatro minutos, mediada la primera parte, con dos internadas de Ángel, una resuelta por Capdevilla de cabeza y otra por un enrachado Llorente, les bastó para condenar a un Rácing que tras un buen comienzo liguero ha perdido en las dos últimas jornadas, si bien es cierto que en frente ha tenido a Madrid y Villarreal. No obstante, el equipo cántabro ha demostrado cierta dignidad y saber hacer en su juego por lo que no parece complicado que sean capaces de conservar la categoría, aunque se aparece remoto el momento en el que luchaban por un puesto en la UEFA, pese a que solo han pasado tres meses.

Sevilla y Atlético, que se retan la semana próxima en un duelo, esperemos, espectacular, solventaron ambos sus encuentros. El Sevilla, cómodamente (2-0), frente a un Espanyol que se vio claramente superado por los nervionenses. El Atlético con oficio y aura de grande, robándole la cartera en los últimos minutos a un impulsivo y codicioso Getafe (1-2).

No hay comentarios: